Brenda Castillo sigue sumando lauros en su joven carrera como jugadora internacional de voleibol de altos quilates.
La diminuta atleta del seleccionado nacional fue la Jugadora Más Valiosa de la recién finalizada Copa Panamericana, celebrada en Ciudad México y Pachuca, donde además cosechó los honores como Mejor Receptora, Mejor Defensora y Mejor Libero.
Todos los expertos que estuvieron presentes en la justa intercontinental coincidieron en que sin los aportes de Brenda, la capacidad y el potencial del combinado dominicano quedarían sensiblemente reducidos, aún reconociendo el valor de otras figuras de trascendencia.
El mejor elogio a favor de Castillo, quien internacionalmente juega para el equipo Rabita Baku, en Azerbaiyán, provino de su entrenador Marcos Kwiek cuando declaró que “aunque es una jugadora que por su posición no aporta puntos, su importancia y valor están en los puntos que evita que haga el oponente”.
No es la primera vez que Brenda es recipiente de premios ya que eso viene desde que ingresó a las categorías menores.
En el 2009 ella fue la Jugadora Más Valiosa del Campeonato Mundial Juvenil celebrado en Tijuana y Mexicali, donde el representativo nacional ocupó un segundo lugar. Y en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, la criolla nativa de esta provincia de San Cristóbal fue escogida como la mejor libero.
Otras dos dominicanas, la consagrada Bethania De la Cruz, y la emergente Cándida Arias, también resultaron premiadas en la Copa Panamericana. Bethy como la mejor atacante y Candy como la segunda mejor central.
La mayoría de datos que aparecen en Te Enteraste de la fecha, me lo suministró el hermano Roosevelt Comarazamy, experto en voleibol internacional.
Los detalles que ofrece Roosevelt sobre Brenda son de mucha valía para que el país pueda conocer y valorar esta excelente atleta.
¡Felicitaciones a las chicas dominicanas que constituyen un orgullo para nuestro país!
Hasta mañana, si Dios quiere, dominicanos
El verdadero discípulo es el que supera al maestro”
Aristóteles
“La igualdad es una necesidad vital del alma humana. La misma cantidad de respeto y de atención se debe a todo ser humano, porque el respeto no tiene grados.”
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