El Rey Juan Carlos ha decidido abdicar en su hijo el Príncipe de Asturias, una decisión “muy meditada” que tomó el pasado mes de enero y que no ha estado vinculada a su estado de salud ni a “coyunturas de uno u otro tipo”.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha hecho este anuncio hoy en una declaración institucional en el Palacio de la Moncloa, en la que ha expresado la voluntad del Rey de renunciar al trono y abrir el proceso sucesorio.
Don Juan Carlos, de 76 años, decidió el pasado mes de enero dar el paso de abdicar, una decisión “muy meditada”, que no ha estado vinculada a su estado de salud ni a “coyunturas de uno u otro tipo”, según han informado hoy a Efe fuentes de la Casa del Rey.
Rajoy ha dicho que el monarca deja “una impagable deuda de gratitud” a todos los españoles y ha subrayado que ha sido “el mejor portavoz y la mejor imagen” del Reino de España en el exterior, un “defensor infatigable” de los intereses del país.
Ha manifestado que el Rey Juan Carlos fue “el principal impulsor” de la democracia española y supo ser “su baluarte cuando la vio amenazada”.
El presidente del Gobierno ha aprovechado para hacer “un homenaje” a una figura histórica “tan estrechamente ligada a la democracia española que no se puede entender la una sin la otra”.
Y ha asegurado que Don Juan Carlos, que fue proclamado Rey de España el 22 de noviembre de 1975, le ha comunicado que está convencido de que es el mejor momento para que pueda producirse con toda normalidad el cambio en la Jefatura del Estado y la transmisión de la Corona al Príncipe de Asturias.
El presidente del Gobierno también ha tenido palabras para el heredero, de quien ha apuntado que “su preparación, su carácter y la amplia experiencia en asuntos públicos que ha ido adquiriendo en los últimos 20 años constituyen una sólida garantía de que su desempeño como jefe de Estado estará a la altura de las expectativas”.
Rajoy ha convocado para mañana, martes, un Consejo de Ministros extraordinario para tramitar la renuncia del Rey al Trono, mediante la aprobación de una ley orgánica como establece la Constitución.
Así, las Cortes Generales deberán aprobar esa ley orgánica para regular el proceso sucesorio en la Corona, como establece el artículo 57.5 de la Constitución.
“Las abdicaciones y renuncias y cualquier duda de hecho o de derecho que ocurra en el orden de sucesión a la Corona se resolverán por una ley orgánica”, señala el citado artículo.
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