Fernández, murió en el pavimento.
El 11 de agosto del 2012, González, fue declarado culpable de conducir temerariamente la motocicleta en el área de Hunts Point en El Bronx, donde ocurrió el incidente, pero dos de los cargos más graves, resistencia al arresto y conducta temeraria, fueron desestimados en la corte.
Se le impuso una multa de $80 dólares.
"Me alegro de que ahora puedo seguir con mi vida", dijo el joven dominicano, caminando apoyándose en dos muletas, en la oficina de su abogado.
"Pero, lo que me molesta, es que esos policías se han salido con la suya", añadió después de enterarse que uno de los oficiales involucrados, fue ascendido.
"Ellos, no van a parar", exclamó González.
La familia de Fernández, sometió una demanda en la Corte Suprema de El Bronx.
La Oficina de Asuntos Internos del NYPD, investigó a los agentes Edward McClain y Fernando Santos (dominicano), en mayo del 2013, pero concluyó en que las heridas graves de González y la muerte de Fernández, se produjeron en un "accidente", por lo que los oficiales no fueron sancionados.
Los abogados de la ciudad, no admitieron ningún delito en la conducta de los agentes implicados, durante una vista en la Corte Federal del Distrito Sur en Manhattan.
Una investigación posterior de la Junta de Querellas Civiles (CCRB), que investiga policías al margen de Asuntos Internos, demostró en enero de este año, que el oficial McClain actuó de manera temeraria, al chocar la moto en la que viajaban ambos dominicanos.
Santos, fue ascendido a sargento y McClain, asignado a seguridad en el estadio de los Yankees.
La oficina del fiscal de El Bronx, rehusó acusar a los policías.
La muerte de Fernández, tuvo origen en una feroz persecución de los patrulleros del NYPD, por una infracción menor de tránsito.
"Si no se le pone más presión a la policía, mi amigo habría muerto en vano", dijo González.
Por Miguel Cruz Tejada
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