En Astana, capital de Kazajistán, Ariana Aitzhan estaba jugando en el jardín de su casacuando de repente su smartphone explotó, provocándole quemaduras en una pierna, tal y como informa el diario británico «Mirror». Su Samsung Galaxy S2 quedó completamente calcinado.
La pequeña, de siete años y en estado de shock, se encuentra fuera de peligro aunque «la quemadura era horrible, se abría hasta el hueso», según han declarado sus padres.
Sin saber cómo ni por qué, Ariana salió a jugar como todos los días y llevaba el teléfono en el bolsillo del pantalón cuando de repente explotó, quemándole parte del muslo. Entonces, la niña empezó a gritar y a pedir ayuda.
Un vecino le ayudó a quitarse los pantalones pero tuvo que hacerlo con mucho cuidado porque parte de la piel se había quedado pegada a la tela de la prenda, por lo que los médicos han tenido que realizarle un injerto de piel.
Samsung se ha ofrecido a pagar los gastos médicos y la cirugía de la niña y ha prometido investigar el caso. Aún así, los padres no se fían de la compañía y han preferido quedarse con el smartphone como prueba para que el suceso no sea silenciado.
Fuente: ABC.es
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