El programa Pay to Quit, anunciado por el CEO Jeff Bezos en su carta a los accionistas la noche del jueves, es un órdago para asegurarse de que los empleados del minorista de Internet realmente quieren estar allí.
"El objetivo es animar a la gente a pararse un momento y pensar en lo que realmente quieren", escribió en la carta. "A largo plazo, un empleado que trabaja en un sitio que no quiere no es saludable ni para la empresa, ni para el propio trabajador", aseguró Bezos.
La oferta se hace bajo el título "Por favor, no acepte esta oferta". De entrada Amazon ofrecerá una vez al año a sus empleados marcharse. La compañía había experimentado con este programa en los últimos años, pero en enero amplió la oferta a sus 40.000 empleados del almacén.
A los nuevos empleados nuevos se les ofrece 2.000 dólares por marcharse. El plan es aumentar esa oferta en 1000 dólares cada año de permanencia hasta que el monto alcance los 5.000 dólares.
Menos del 10% de los empleados que recibieron la oferta la aceptaron y se marcharon de la empresa.
Bezos dijo que la idea surgió de Zappos, el minorista de calzado y ropa on line que compró Amazon en 2009. Zappos continúa operando como una unidad separada de la principal página de Amazon.
Amazon, que se niega a decir cuánto paga a sus trabajadores del almacén, aunque dice que sus salarios son un 30% más que los de un trabajador promedio del mercado.
Según los datos recogidos el año pasado por el sitio web de carrera Glassdoor.com, Amazon paga a sus trabajadores del almacén un salario por hora promedio de alrededor de 12 dólares la hora, lo que supone unos 25.000 dólares al año. Sus trabajadores a tiempo completo también reciben subvenciones de acciones que, según Amazon, suponen un aumento del 9% del salario de los empleados.
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