Oficiales norteamericanos sostienen que el inexplicable giro hacia el oeste del vuelo de Malaysia Airlines fue controlado por un sistema informático programado por alguien que conocía muy bien la aeronave.
El vuelo MH370 no estaba controlado por un humano. Ésa es la hipótesis que sostienenfuncionarios norteamericanos citados por el New York Times, quienes no pueden especificar cuándo se programó el misterioso cambio de rumbo, pero sí que fue realizado desde la cabina.
En lugar de operar los controles manualmente, a quien quiera que haya modificado el rumbo le bastaron "siete u ocho golpes en el teclado de una computadora a la altura de las rodillas, entre el capitán y su primer oficial", señalan los oficiales que hablaron con NYT. El Sistema de gestión de vuelo (Flight Managment System), como se conoce a este software, orienta el vuelo de un punto al otro hasta llegar a destino, según lo especificado antes de comenzar el viaje.
Esta hipótesis refuerza la creencia de que el avión fue desviado deliberadamente. Y también hace foco en el comandante Zaharie Ahmad Shah y su copiloto Fariq Amid, queestán siendo investigados minuciosamente.
El embajador chino en Malasia, Huang Huikang, sostuvo, además, que su Gobierno descartó que cualquiera de los 153 pasajeros de su país que estaban a bordo tengan algún tipo de vinculación con grupos terroristas, lo que eliminaría de las sospechas a dos tercios de las personas.
El Gobierno de Kuala Lumpur, encabezado por su primer ministro Najib Razak, sostuvo el sábado 15 que el avión había sido desviado porque se apagaron los dispositivos de comunicación que estaban a bordo.
Pero las autoridades de Malasia invirtieron la secuencia de eventos el lunes: creen que quien habló por última vez por radio ("Todo bien, buenas noches") fue el copiloto y que los contactos con la red Acars (Sistema de Comunicación de Ubicación y Reportes de Vuelos) no habían sido cortados cuando se produjo ese diálogo.
Según el funcionario norteamericano, el Sistema de Gestión de Vuelo del MH 370 reportó su estado a Acars, y este a una base de mantenimiento, donde quedó grabado. Casi al mismo tiempo que se cortó el contacto radial, dejaron de aparecer las señales Acars y se apagó el transmisor de señales de radar.
Es entonces que entran en juego los archivos generados por los radares de tierra de la península malasia. Las autoridades creen que existe un avión que pasó por varios puntos de referencia, sugiriendo que era pilotado por un hombre con experiencia.
Esto tipo de vuelo suele ser practicado cuando existe una razón climática para modificar el rumbo. Pero en este caso, si el destino era Pekín, no se justifica un desvío tan radical hacia el oeste. Quien haya cambiado el rumbo, sostienen los funcionarios estadounidenses, estaba familiarizado con los Boeing, y no es lógico pensar que un pasajero común pueda haberlo hecho.
Cómo se cambia el rumbo
Para utilizar el Sistema de Gestión de Vuelo hay que conocer códigos de cinco letras,incomprensibles para quienes no sean pilotos, que son los nombres de los puntos de referencia (waypoints) en el aire. Un vuelo normal consiste en atravesar una serie de esos puntos, con el último situado en el aeropuerto de destino, que se cargan en el sistema antes de iniciar el viaje.
Al piloto le aparecen en una pantalla llamada "bloc de notas". Cuando se confirma que no tienen errores, se los incluye en el plan de vuelo, se lo chequea con el compañero de vuelo y se lo pone en práctica. Cuando se trata de un cambio de rumbo, el avión puede inclinarse hasta unos 20 grados sin que los pasajeros perciban que algo inusual está pasando.
Esta hipótesis ha sido analizada por varios expertos de diferentes fuentes: John Cox, ex funcionario de seguridad aérea, dijo que no se ajusta a los patrones de los casos de terrorismo que hemos visto en el pasado: en todos los casos previos, el suicida simplemente bajó la nariz del avión hasta estrellarlo.
Las autoridades buscan investigar el simulador de vuelo de los pilotos para ver si habían pautado desviar el avión hacia algún punto en particular. Fuentes no oficiales señalan que Diego García -un atolón de coral en medio del Índico- es uno de los destinos que el piloto tenía como favoritos.
Mientras tanto, el área de búsqueda se ha extendido a casi seis millones de kilómetros cuadrados (2,24 millones de millas náuticas), e incluso Australia e Indonesia están dispuestos a iniciar búsquedas al Sur del Ecuador.
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