Algunos ingenuos dicen que lo vieron vivo y caminando el martes pasado.
La multitud que había abarrotado la casa del brujo “Pití” en Verón, Higuey ,comenzó a retirarse después de ver que este no había resucitado.
A medida que pasan las horas cada vez más se va quedando sin gente la casa, que ahora solo es visitada por familiares y los vecinos más cercanos.
Se recuerda que “Pití”, como era conocido ampliamente el hechicero, murió el pasado fin de semana y sepultado el lunes en medio de un ritual lleno de realismo mágico, envuelto en “loas” a los seres, toques de trompetas y baterías, y salpicado de whisky y clerén.
El sepelio más que una ceremonia fúnebre se convirtió en una fiesta de palos, donde las “montaderas” y las invocaciones a los espíritus que realizaban sus seguidores y familiares más cercanos, matizaron el folklórico entierro.
Creen está vivo
Para los fundamentalistas de la religiosidad popular, el misticismo y la hechicería, su supuesta resurrección tuvo lugar el pasado martes, a las 12:00 del mediodía.
Andrea Henríquez, que se consideró la mejor vecina del difunto brujo, dijo que exactamente a las 2:15 de la tarde de ese día, el brujo llegó caminando a su residencia, con su aspecto normal y vestido con su traje negro, tal como fue enterrado, pero estaba descalzo.
“Lidiano saludó a todos los vecinos que estaban en su casa, “aunque no habló con nadie, entró y fue directamente a su altar, donde duró como cinco minutos haciendo musarañas, cogió algunas cosas que tenía que coger de su altar y luego desapareció”, sostiene con pasión desbordada la mujer.
Tanto Henríquez, como Jaison Bautista Luna, María Pier y la que todos llaman “La Cocinera”, testificaron que cientos de personas lo vieron vivo y caminando, el martes.
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