El domingo 3 de Noviembre de 2013 a las 02:00 de la madrugada pasaron a ser las 01:00 horas, y todos en Nueva York tienen que retrasar una hora, todos los relojes.
En realidad, el domingo será un día de 25 horas, el más largo del año. Esta hora que nos “devuelven” se notará sobre todo por la mañana, ya que podremos dormir un poco más.
De este modo finaliza el horario de verano y comienza el de invierno. El cambio de hora en Estados Unidos se realiza dos veces al año: en marzo y en noviembre. Tiene como finalidad el ahorro energético, al aumentar el tiempo de aprovechamiento de la luz solar.
En Estados Unidos el cambio de horario se aplica progresivamente por todo el territorio: primero en la zona horaria del Atlántico, una hora más tarde en la zona Oriental, después en la zona Central, zona Montañosa, zona del Pacífico, y por último en la zona de Alaska. Hawaii y Arizona no tienen horario de verano.
La medida, que busca la reducción del gasto energético, devolverá al país norteamericano a su diferencia habitual con Europa (GMT -5 en la costa Este), y se mantendrá hasta el segundo domingo de marzo de 2014, cuando los relojes se adelantarán una hora, al comenzar nuevamente el horario de verano.
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