La ciudad ha elevado de 18 a 21 años la edad mínima para poder comprar tabaco, convirtiéndose en la ciudad de Estados Unidos con los límites más estrictos, en virtud de un proyecto de ley aprobado por el ayuntamiento y apoyado expresamente por el alcalde Michael R. Bloomberg.
Según Bloomberg, el aumento de la edad para comprar cigarrillos "podría evitar que la gente se convierta en adictos”.
"Ésta es una legislación que, literalmente, salvará vidas", ha afirmado el presidente del Consejo Municipal, Christine C. Quinn, después de que el proyecto fuese aprobado por 35 votos a favor y 10 en contra.
Según los informes, la tasa de tabaquismo entre los jóvenes de Nueva York se ha reducido en más de la mitad desde el inicio del mandato del alcalde Bloomberg, pasando del 17,6 por ciento en 2001 al 8,5 por ciento en 2007.
Sin embargo, advierten de que "se ha estancado desde entonces" y confían en que esta nueva medida ayude a seguir mejorando los resultados.
Pero el aumento de la edad no ha sido la única medida que Nueva York ha tomado para hacer frente al tabaco.
También se han aprobado, entre otras normas, el aumento de penas para los comerciantes que evaden impuestos; la prohibición de los descuentos para estos productos; y el establecimiento de un precio mínimo de 10,50 dólares.
Todas estas propuestas ha provocado algunas protestas entre las ciudadanos, que aseguran que los neoyorquinos menores de 21 años pueden "conducir, votar y luchar en las guerras, pero se les niega la madurez suficiente como para decidir si compran cigarrillos".
La edad de consumo y compra de tabaco en la mayor parte del país se sitúa en los 18 años, aunque en algunos estados han elevado el límite hasta los 19, como es el caso de Massachusetts.
El presidente de la Asociación de Pequeños Comerciantes de Nueva York, James Calvin, ha advertido de que con esta nueva ley "se podrían perder miles de puestos de trabajo".
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