Rodeado por toda su familia, lo cual incluye no sólo a su esposa y a sus tres hijos, sino también a todos sus compañeros y ex compañeros de equipo en los Yankees de Nueva York, Mariano Rivera fue honrado por su excepcional carrera ante casa llena en la catedral del béisbol en el Bronx.
Amenizado en vivo por la banda de rock Metallica al ritmo característico de "Enter Sandman", Rivera fue recibido en el cuadro en Yankee Stadium por una impresionante congregación de ex estrellas, incluidos Paul O'Neill, Hideki Matsui, Jeff Nelson, David Cone,Tino Martínez, Jorge Posada, Bernie Williams, y, por supuesto, el ex dirigente Joe Torre, junto a quien ganó cuatro anillos de Serie Mundial.
"Quiero comenzar dándole las gracias a Dios porque sin él nada de esto sería posible", fueron las primeras palabras del cerrador de al abordar a la impresionante cantidad de fans y medios de comunicación que atestaron Yankee Stadium.
"Quiero dar las gracias a mi hermosa esposa Clara por su amor, y en especial por toda su paciencia, y el apoyo que me ha dado a través de los años. A mis hijos, Mariano, Jafet y Jaziel, muchas gracias por ser una bendición tan grande", dijo Rivera, añadiendo entre risas las gracias a su padre y a su madre, que "hicieron algo bueno ese gran día o gran noche, cuando me trajeron al mundo".
El lanzador de 41 años procedió a reconocer a todos sus compañeros en el pasado y en el presente en la emotiva ceremonia, que incluyó también a toda la administración del equipo, al igual que a la familia Steinbrenner.
"Dios me ha bendecido con una gran familia y estos caballeros han sido parte de mi familia. Les doy gracias a todos y cada uno de ustedes de forma individual por todo lo que han significado para mí. Los amo, son muy especiales para mí y para mi familia".
Previo a salir al campo, Rivera fue mostrado en pantalla acompañado por la familia de Jackie Robinson en el museo denominado "Monument Park" en los predios del estadio, donde se develó una placa en honor al legendario pelotero y también se retiró el número 42 vestido por Rivera, el único jugador en Grandes Ligas a quien se le permitió llevarlo después de ser retirado por Major League Baseball en honor a Robinson.
Abordando a la viuda de Robinson, Rachel, y a su hija Sharon, también presentes en el campo, Rivera expresó también su admiración por la gran leyenda del béisbol estadounidense y el privilegio que fue para él vestir el número 42.
"Aunque no está aquí, me hubiese gustado tener el placer de conocer al Sr. Jackie Robinson. Ha sido un placer y un honor para mí ser el último jugador en Major League Baseball en vestir el número 42, y aunque nunca lo conocí, ha sido un héroe y una inspiración para mí".
Rivera tampoco dudó en reconocer a su patria y a los numerosos panameños que se dieron cita en Yankee Stadium para el partido del 22 de septiembre, denominado el "Día de Mariano Rivera" por el alcalde de la ciudad de Nueva York, Michael Bloomberg.
"A mi hermoso país Panamá, gracias, y a mi hermoso pueblo de Puerto Caimito, gracias", dijo Rivera ante los 49,197 aficionados presentes en la hermosa tarde del domingo en el Bronx. "Sé que muchos no pudieron estar aquí conmigo, pero sé que en sus corazones están aquí conmigo", dijo en español.
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