Wesley Warren, de 49 años, pasó más de cuatro años con esta carga adicional antes de someterse a una cirugía para reparar el daño que provocó una inusual condición médica llamada linfedema de escroto.
Cuando los médicos colocaron en la báscula la masa inflamada que habían extirpado del escroto de Warren, pesó 60 kilos. Eso sin contar los fluidos o los trozos de tejido menores que los cirujanos también extirparon del hombre originario de Las Vegas.
“Muchas personas me miran y se ríen; miran fijamente, impresionados, asombrados y sorprendidos”, dice Warren mientras camina por la calle en un avance del próximo programa El hombre con el escroto de 80 kilos, de la cadena estadounidense TLC.
“Es difícil lidiar con ello, ¿sabes?, porque esencialmente, esto es una especie de espectáculo de fenómenos de carne y hueso”.
Todo empezó en 2008, dijo Warren a TLC, cuando despertó con un dolor agudo en los testículos. Pronto, el tejido que rodea a su pene empezó a inflamarse y finalmente creció a un ritmo de 1,5 kilos por mes.
Un médico le dijo que tal vez sería necesario castrarlo para resolver el problema; otros le dijeron que probablemente moriría en la mesa de operaciones. Además, el simple costo de la cirugía sería de cientos de miles de dólares. Luego de que Warren se presentara en el programa de radio del conductor estadounidense, Howard Stern, para pedir ayuda, una persona que también había tenido linfedema de escroto le recomendó que fuera con Joel Gelman, quien se ofreció a operarlo sin costo.
Gelman, director del Centro de Urología Reconstructiva de la Universidad de California en Irvine, se especializa en cirugía reconstructiva de uretra y pene.
¿Qué es el linfedema de escroto?
El linfedema de escroto, también conocido como elefantiasis escrotal, es un “crecimiento enorme” del escroto, provocada por el engrosamiento del tejido y la acumulación de fluidos, dijo Gelman.
¿Qué lo provoca?
Fuera de América del Norte, el linfedema de escroto es la consecuencia de una infección parasitaria llamada filariasis linfática, que se transmite por medio de mosquitos. “Los gusanos en forma de cordón” se alojan en el sistema linfático, según la Organización Mundial de la Salud, en donde pueden interferir con el sistema inmunitario de una persona.
Sin embargo, en Estados Unidos casi no se conocen casos de filariasis linfática, dijo Gelman. La mayoría de los casos de linfedema de escroto son la consecuencia de una obstrucción de los vasos linfáticos que impide el drenaje de fluidos en la zona. Los médicos no están seguros de las causas de esta obstrucción; en el caso de Warren, Gelman cree que se debe a una lesión o traumatismo en el escroto.
¿Cuáles son los síntomas?
El síntoma más evidente es un escroto crecido; el tamaño puede variar: puede ser del tamaño de una toronja o hasta de un balón de baloncesto. Sin embargo, la masa no deja de crecer al alcanzar cierto tamaño, dijo Gelman. Seguirá creciendo hasta que el paciente busque tratamiento.
El escroto de Warren era el más grande que Gelman había visto.
“(Warren) no reportó que siempre sintiera dolor, pero creo que el principal problema es que el tamaño de la masa era muy incómodo para él”, dijo el cirujano. “Es como levantar pesas para dar un paso”.
El pene de Warren estaba “sepultado” unos 30 centímetros debajo de su piel, dijo Gelman, pero era completamente funcional. Se había creado una especie de túnel desde la punta hasta la capa superior de su piel inflamada, lo que permitía que Warren orinara sin asistencia.
¿Cómo está Warren actualmente?
Warren ya camina de nuevo y está disfrutando de la vida, dijo Gelman. Necesitará una cirugía de seguimiento para extirpar un poco de la piel sobrante que quedó dañada por la condición. Gelman hará un injerto de piel para cubrir el pene y el escroto.
Fuente/ cnnespañol.cnn.com
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