25 de julio de 2013

"Descarrilé, qué le voy a hacer", dijo el maquinista del tren español

"Descarrilé, qué le voy a hacer, qué voy a hacer", fueron las palabras del maquinista Francisco José Garzón en una conversación telefónica tras la tragedia que dejó a al menos 80 muertos y más de 100 heridos.

Cuando todavía no sabía el impacto que había causado la tragedia, relató por su radio lo que estaba viviendo: "¡Somos humanos! ¡Somos humanos! Espero que no haya muertos porque caerán sobre mi conciencia", decía la voz.

Antes de que ocurriera el siniestro, el conductor había dicho que iba muy rápido, a 190 kilómetros por hora, incluso después dijo que alcanzó una velocidad de 200 pese a que las señales ferroviarias no permitan sobrepasar los 80 kilómetros por hora.

Ahora un tribunal de Santiago de Compostela (noroeste) ordenó que la Policía tome declaración como imputado al maquinista, quien lleva 30 años trabajando como conductor de tren.

Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Galicia informaron a Efe que la declaración del maquinista, que permanece ingresado en el Hospital de Santiago de Compostela, capital de la región de Galicia, tendrá lugar  ante la policía judicial, aunque no lo hará ante el juez.

La toma de declaración se produce después de que un Juzgado de Instrucción haya abierto diligencias para investigar las causas del accidente.

Hasta ahora, la prioridad, precisaron las mismas fuentes, fue completar el levantamiento de cadáveres en las vías del tren.

Tras esa labor, el juez instructor se centrará en la investigación del siniestro, que probablemente incluirá el interrogatorio al acompañante del maquinista, a viajeros y testigos.

La policía se ha encargado de investigar los antecedentes de Francisco José Garzón Amo. Para empezar dio negativo en la prueba de alcoholemia que se le hizo tras el siniestro y tampoco había sufrido ningún incidente, según la última información del diario El País.

Aunque las investigaciones para saber qué pasó en el accidente están iniciando, el sindicato de maquinistas (Semaf) dijeron que la tragedia se hubiera podido evitar si hubiera estado operando el sistema de seguridad ERTMS, que se encarga de controlar las líneas de alta velocidad y capaz de ejercer un control contra los trenes que sobrepasaran estos limites.

Al parecer a este conductor le gustaba ir a exceso de velocidad, una nota del diario El Mundo señala que en marzo del 2012 publicó una fotografía en Facebook en la que se ve un velocímetro que marcaba los 200 kilómetros por hora.
Esta cuenta de Facebook ya fue dada de baja.

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