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La adolescentes que habría sido atraca responde al nombre de Alexandra, dijo que el supuesto asaltante la atracó en la cabeza del puente de la 17 en la margen suroeste y que luego de cometer el supuesto hecho, tomó un motoconcho y huyó rumbo a Los Mina.
Contó que ella estaba muy asustada y abordó otro motor de los que se estacionan en la estación del metro en la avenida Padre Castellanos, en la misma dirección que el supuesto atracador.
“Cuando llegué a la Bomba de Los Mina, ahí lo vi y enseguida le dije al motoconchista que me transportaba que ese fue el hombre que me atracó”, expresó Alexandra con voz entrecortada por los nervios.
El motoconchista que estaba entre la multitud que buscaba en cada rincón de las calles Antonio M. Pineda, Rafael Tolentino (antigua M) y Horacio Ortiz Álvarez, dijo que estaba a pocos metros del supuesto ratero y procedió a llamar a dos policía que estaban en el lugar y que éstos no hicieron absolutamente nada.
La adolescente supuestamente asaltada, cuenta que cuando el aparente ladrón la vio emprendió la huída y que ella gritó que ese hombre la atracó.
El motoconchista que estaba entre la multitud que buscaba en cada rincón de las calles Antonio M. Pineda, Rafael Tolentino (antigua M) y Horacio Ortiz Álvarez, dijo que estaba a pocos metros del supuesto ratero y procedió a llamar a dos policía que estaban en el lugar y que éstos no hicieron absolutamente nada.
La adolescente supuestamente asaltada, cuenta que cuando el aparente ladrón la vio emprendió la huída y que ella gritó que ese hombre la atracó.
Desde la “Bomba de Los Mina”, donde se inició la persecución, el supuesto ladrón corrió por la avenida Marcos del Rosario y dobló por la calle Horacio Ortíz Álvarez y se escondió en la botellera de Sandy.
Enseguida, como si fueran convocados se formó una multitud de persona que perseguían y gritaban ¡un ladrón!, ¡un ladrón!, ¡un ladrón!, ¡un ladrón!, y la muchedumbre crecía conforme pasaba por las calles, pero, ¡zaf!... nadie había vio al supuesto delincuente.
La escena de persecución ocurrió este jueves 30 mayo a las 10:00 de la noche. Media hora después llegó un camión lleno de agentes de la Policía Nacional, la mayoría con pasa montaña en sus rostros y con sus armas de fuego desenfundadas, listos para usarlas.
Aquello era de película. La gente se aglomeraba más y más. Los policías más que servidores del orden, parecían actores de película.
Todos querían ser los buenos de la escena policíaca y con sus focos encima de las pistolas, aluzaban cada rincón. Algunos se les vía que raneaban y otros muy excitados realizaron disparos al aire.
Los cierto es que todos se veían ridículos y la multitud frustrada porque no pudieron linchar al ladrón que nunca apareció.
Las calles fueron cerradas, para evitar que el atracador que nadie vio se escapara. Los policías treparon por todas las casas, entraron en cada residencia sin contar con el permiso de los vecinos, la búsqueda fue intensa.
Por un lado los policías con ansias de actuar y de usar sus armas de fuego y por el otro lado, la multitud, pero nadie sabían dónde estaba el asaltante y ni cuál era su identidad.
Lo cierto es que si aparecía sería linchado por los policías que daban muestra de actuar en ese sentido y por la multitud de personas que están hastiadas de los delincuentes y la criminalidad.
La búsqueda duró más de dos horas y al final, los policías abandonaron la misión y abordaron su camión y la multitud se marcharon a sus hogares.
De haberse materializado el apresamiento del supuesto delincuente, hubiese sido el segundo hombre que lincharan en el mes de mayo de este año.
Fuente/Ciudadoriental.com
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