El Senado se apresta a realizar este jueves dos votaciones procedimentales más sobre el proyecto de una nueva ley de inmigración como preludio a su aprobación final, la cual podría concretarse el viernes o incluso este mismo día, si los senadores deseosos de irse de vacaciones por las festividades del 4 de julio se apuran.
De aprobarse la medida en el Senado, esta pasaría a la Cámara de Representantes para ser sometida a debate y votación allí también.
A juzgar por las enmiendas aprobadas el miércoles, la propuesta del Grupo de los Ocho va a tener más de los 60 votos necesarios para asegurar su aprobación, pero salvo algún compromiso más de última hora, no alcanzará los 70 votos que se buscaban.
Al menos un par de senadores republicanos que votaron a favor de la enmienda que permitiría el plan de reforzamiento fronterizo, se han echado para atrás.
La moción, presentada por los senadores republicanos Bob Corker y John Hoeven exige duplicar a unos 40 mil los agentes de la patrulla fronteriza y tender más de mil kilómetros de nueva cerca en el borde limítrofe con México.
También estipula la inversión de al menos unos $30 mil millones de dólares en una década para incorporar a la vigilancia fronteriza modernos recursos tecnológicos como aviones no tripulados, radares y monitores especiales.
Los senadores Roger Wicker, de Missouri, y Jeff Chiesa, de Nueva Jersey, quienes votaron por el plan Corker-Hoeven, no acompañaron el miércoles a la mayoría, por lo que la votación fue de 67-31, cuando la enmienda de seguridad se pasó con 69 votos a favor y 29 en contra.
De aprobarse en el Senado, el proyecto pasaría a la Cámara de Representantes donde su presidente, el republicano John Boehner, ya anticipó que no piensa someterlo a votación a menos que la mayoría de los republicanos así lo quiera.
De acuerdo con la versión del Senado los inmigrantes indocumentados podrían legalizar su estatus en el país a la par de que se pongan en vigor las nuevas regulaciones para la seguridad fronteriza, pero sólo obtendrían la residencia permanente cuando ese proceso haya concluido.
Desde que se presentó el nuevo proyecto de ley han sido formuladas más de 300 enmiendas, la mayoría de las cuales no han sido siquiera negociadas por los legisladores de ambas cámaras y según el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, se sigue trabajando en busca de acuerdos.
El presidente Barack Obama ha dicho que espera que el Congreso pueda aprobar definitivamente una reforma inmigratoria antes de su receso de verano, el 2 de agosto, aunque en el mejor de los escenarios algunos creen que las negociaciones entre el Senado y la Cámara no podrán comenzar antes de septiembre.
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