31 de mayo de 2013

Extraficante de armas involucrado en negocios turbios, es apresado en París con pasaporte diplomático dominicano

Un extraficante de armas franco-libanés, actualmente en el candelero por las acusaciones de corrupción y financiación ilegal a la derecha parlamentaria francesa, fue detenido este jueves en París cuando intentaba abandonar Francia provisto de un pasaporte diplomático dominicano que habría adquirido recientemente por el pago de 200,000 dólares, unos ocho millones de pesos.

Según publica hoy el diario español El País, Ziad Takieddine pretendía viajar a la República Dominicana amparado en que el país no tiene acuerdos de extradición con Francia.
Añade que la policía francesa posee información de que Takieddine depositó la cantidad mencionada en un banco libanés como pago del pasaporte diplomático dominicano.
La detención de hoy no es la primera que sufre este personaje turbio, utilizado por varios Gobiernos franceses en los últimos 20 años como facilitador de contactos y acuerdos en diferentes Estados de África y Oriente Medio. 
Takkiedine está imputado por corrupción en el escándalo Karachi, por su mediación en la venta de varios submarinos y fragatas a Pakistán y Arabia, un contrato valorado en varios miles de millones de euros firmado en 1994. 
Y también es sospechoso de financiación ilegal de partidos, ya que los jueces le acusan de haber transportado las comisiones de aquellos contratos en maletas llenas de dinero que fue usado para sufragar la campaña electoral de Edouard Balladur en 1995.
En el marco de esa investigación, abierta tras la denuncia de las familias de las víctimas de un atentado cometido en Karachi contra empleados de la industria naval francesa, la justicia gala requisó todos los bienes de Takkiedine y le prohibió abandonar el territorio nacional.
En marzo de 2011, Ziad Takkiedine fue arrestado por la policía en el aeropuerto Charles de Gaulle de París cuando regresaba de Trípoli (Libia), de nuevo con la maleta forrada de billetes: 1,5 millones de euros. 
En esta ocasión, fue acusado de blanqueo de capitales y corrupción, pero el intermediario acusó ante los jueces a Nicolas Sarkozy de haber recibido, en 2007, 50 millones de euros del difunto coronel Muamar el Gadafi para ayudarle en su campaña electoral. 
Takkiedine aseguró a los magistrados que tenía en su poder los elementos que probarían la financiación ilegal del régimen libio a Sarkozy, entonces candidato a presidente de la República. El exmandatario calificó la acusación como “grotesca”

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