Hasta la basílica de San Pedro del Vaticano llegaron los 115 cardenales electores para celebrar la misa previa cuyo nombre es "Pro eligendo Romano Pontífice". En la ocasión se ha pedido por los cardenales que tendrán la misión de elegir al nuevo Papa y las lecturas se han realizado en inglés y español.
Por su parte las intenciones son en francés, portugués, alemán y malayo. LA AGENDA Según informó el vocero de la Santa Sede, Federico Lombardi, este martes 12 a las 11.45 (hora chilena), los cardenales se desplazarán de la Casa de Santa Marta a la Capilla Paolina.
Luego, a las 12.30 irán en procesión hasta la Capilla Sixtina, el lugar donde se encuentran los imponentes frescos de Miguel Ángel.
Quince minutos después, pronunciarán el juramento solemne de secreto, después del cual, el conocido como "ceremoniere" (maestro de ceremonias pontificias), monseñor Guido Marini, pronunciará el célebre "extra omnes" ("todos fuera") y se procederá a cerrar "con llave" (de ahí el término "cónclave") la Sixtina.
Guido Marini, "ceremoniere" Con este simbólico acto se pretende dejar claro que queda fuera de la sala todas las "pequeñeces" mundanas y entra el Espíritu Santo, el encargado según la tradición católica de iluminar a los purpurados sobre quién debe ser el próximo Sumo Pontífice.
Tras eso, los purpurados escucharán la meditación del cardenal Prosper Grech y después procederán a la primera votación. Luego, a partir de las 15.00 horas, se rezarán las vísperas y media hora después los 115 cardenales electores regresarán a la Casa de Santa Marta.
Para el día miércoles, si la elección no se produce el martes 12 de marzo, los purpurados comenzarán la jornada bastante más temprano. Se estima que a las 5.30 de la mañana, los cardenales vuelvan a ingresar a la Capilla Sixtina.
Allí rezarán durante una hora y media y luego procederán a la votación. Tras un almuerzo, los cardenales retornarán al mediodía a la Capilla Sixtina para votar en el cónclave. Allí estarán hasta las 15 horas.
Cada votación fallida generará en el cielo romano la conocida como "fumata nera" ("humo negro"), que indica que no llegó el consenso aún. Respecto al esperado "humo blanco" ("fumata bianca"), Lombardi señaló que "se producen con la quema de las papeletas de la votación final de la mañana o de la tarde, es decir alrededor de las 8:00 horas en el primer caso y de las 15:00 horas en el segundo.
Si la elección se produjese en una votación intermedia, la fumata saldría a mitad de la mañana o de la tarde". Será el momento en que los cerca de mil millones de católicos de todo el mundo escuchen la conocida fórmula "habemus Papam" y conozcan el nombre del Pontífice número 266 de la Iglesia Católica.
En los últimos días, Roma se ha convertido en la capital "oficiosa" del mundo, un auténtico hervidero de fieles y curiosos que se han acercado hasta la Plaza de San Pedro para seguir de cerca la elección del nuevo Pontífice. Como no podía ser menos, las estampas de la "cittá eterna" de estas jornadas son aún más impresionantes que de costumbre:
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