Carlos Manuel, El Zafiro,revela que a menos de un año de aceptar a Dios “como su salvador, el Señor lo ha sacado de la perdición, de la oscuridad; le dio luz, lo ha fortalecido como cantante, como persona humana y como artista”.
“Yo era un hombre que estaba perdido y languideciendo por la muerte. La luz divina del Señor Jesús me rescató de las tinieblas.
En 2004 me detectaron cáncer de próstata y la mano divino de Dios me lo sacó del cuerpo y hoy soy un hombre sano y ojalá todo el mundo pueda aceptar a Jesús como su salvador y tendremos un mundo mejor”, indicó el artista.
Dijo que se hace llamar “El Diamante Azul” porque es la continuación de una vida que estaba perdida y porque el azul es el color preferido de Dios, y quiso llamarse de esta manera en esta nueva etapa porque se trata de un proyecto bendecido por Dios.
El intérprete de “A nadie le importa”, “Felicidades” y otros éxitos se confiesa un hombre nuevo, que va a la iglesia, predica la palabra de Dios y solo piensa en hacer el bien, alejado totalmente de los vicios.
“El Diamante Azul”, como insiste que le llamen, pese a lo difícil que resulta no decirle “El Zafiro” o Carlos Manuel, dice que en diciembre se mantendrá entre Nueva York y República Dominicana, ya que tiene una orquesta aquí y otra allá, con fiestas putadas en ambos lugares.
Nota de Fausto Polanco/ElDia
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