Cerca de las once de la noche, el joven penetró en la casa de una anciana, de 82 años, aprovechando una ventana abierta.
El 'trabajo' parecía cosa fácil y el botín estaba a la mano: un teléfono móvil y un cuchillo de cocina. El malhechor quería devolverse sobre sus pasos y abandonar la vivienda...
Sin embargo, la anciana se movió mientras dormía y el ladrón asustado se metió a la carrera bajo su cama. Ivanov pretendía esperar un poco a que la mujer se volviera a dormir, pero él mismo terminó sucumbiendo al sueño.
Una hora después la mujer se despertó bruscamente, fruto del fuerte ronquido del joven y descubrió que unos zapatos deportivos sobresalían de debajo de su cama.
La abuela tuvo tiempo de llamar a la Policía con toda la tranquilidad del caso, Ivanov estaba completamente entregado a 'los brazos de Morfeo'.
Por lo tanto no es de extrañar que a las fuerzas del orden no les resultara difícil detener a este ladrón dormilón.
Ivanov fue denunciado por intento de robo. No es su primer encuentro con la Justicia rusa, anteriormente había sido procesado por un hurto, aunque en aquella ocasión sí estaba despierto.
Fuente: http://actualidad.rt.com
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