Profesionales y aficionados de la astronomía de todo el mundo madrugarán el 6 de junio algo más de lo normal para no perderse el último tránsito de Venus en el siglo XXI.
El tránsito sólo tiene lugar en las escasas ocasiones en las que el Sol, Venus y la Tierra se encuentran perfectamente alineados, alrededor de una vez cada ochenta años de media.
Nadie vivo durante el último tránsito, el 8 de junio de 2004, había presenciado el anterior, ocurrido el 6 de diciembre de 1882.
Los tránsitos se producen de acuerdo a un patrón de pares de parejas que se repite cada 243 años. Alrededor del día 8 de diciembre se producen dos tránsitos separados entre sí por 8 años.
A estos les sigue una espera de 121 años y 6 meses tras los cuales se producen 2 tránsitos en junio (alrededor del día 7) separados también entre sí 8 años. Tras 105 años y 6 meses el patrón se vuelve a repetir.
El tránsito del 6 de junio se iniciará en torno a las 00.04 hora central europea (CET). A partir de entonces transcurrirán veinte minutos desde el momento en el que Venus se superponga al disco solar, el primer contacto, hasta que se dibuje la silueta completa del planeta sobre el Sol, el segundo contacto.
El planeta trazará una trayectoria curva sobre la zona superior del Sol y el punto medio del tránsito se producirá alrededor de las 03.30 CET. Venus comenzará a apartarse del Sol, tercer contacto, a las 06.37 CET y el tránsito finalizará, cuarto contacto, a las 06.55 CET.
Las zonas del planeta donde mejor se podrá observar este fenómeno de siete horas de duración serán el este de Asia y en Australasia, el Océano Pacífico y en las zonas noroccidentales de América del Norte. En Europa sólo se podrán contemplar las últimas fases del tránsito.
Durante el tiempo que dure el tránsito se podrá observar la silueta de Venus como un disco oscuro situado sobre la brillante superficie solar o fotosfera. El diámetro del planeta es 32 veces más pequeño que el Sol, por lo que tapará cerca del 0,1 % de la luz que emite el Sol hacia la Tierra.
Gafas específicas
Expertos de la Real Sociedad de Astronomía del Reino Unido (RAS) aconsejaron, para garantizar la seguridad durante la observación del tránsito, utilizar gafas específicas para eclipses que estén en perfectas condiciones y que no se observe el fenómeno más que unos minutos seguidos.
También advierten que es preferible utilizar gafas que posean el logotipo de normalización «CE» acordes a la Directiva sobre Equipos de Protección Individual, pues están certificadas conforme a un estándar acordado y efectivo de seguridad.
Cabe reseñar que la capacidad de este tipo de gafas para filtrar radiaciones dañinas del Sol se reduce con el paso del tiempo, por lo que un par de gafas adquiridas para observar eclipses anteriores no deberían volver a utilizarse, ya que no es posible garantizar que ofrecerán la protección adecuada.
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