Archienemigas! Eso fue en el pasado. Ayer, cuando Olga Lara abrió esa puerta del hospital Vickiana casi salta de su lecho de enferma, alegre por la inesperada visita.
Y un tierno saludo borró el tiempo, sellando un reencuentro de vida jamás imaginado en los años 80 cuando las dos populares artistas se peleaban por el público y los escenarios.
Olga Lara le dijo a Vickiana que tenía que cuidarse. “Yo también porque a mí me dan mis pataletas”, añadió la azuana.
- Ay, a ella le hace falta su público... y yo se lo dije a tu hijo, Olga: -dile a tu mami, y ahí está mi esposo que no me deja mentir, que donde quiera que yo voy pido un aplauso para ti. Mira, la gente te quiere.
Olga tomó la palabra para explicar sus razones por las que se ausentó del medio para darle prioridad a su matrimonio. Vicky la interrumpió con una sonrisa: “Ella está bonita, ta linda tú”.
“Gracias”, se le escuchó a Olga, quien siguió hablando y recordando que su colega sabe mucho de moda y cocina (“mi arte culinario”, como añadió Vicky con toda su coquetería gestual desde la cama). Y le insistía a Olga Lara que estaba muy linda… - Qué va! Vickiana… A seguidas, uy, a la azuana se le zafó su edad: a mis 58 años... Oh, oh, oh… Vickiana tenía razón: ¡qué bien se ve! También “la maidita” anda por ahí en edad... ¡Salud!
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