El extraño suceso se produjo en la casa de Méndez de González, ubicada en la calle central número 21, del barrio Miramar, en Pedernales, hasta donde no cesan de llegar curiosos para confirmar con sus propios ojos lo que tal vez no volverán a ver.
Al acariciar su productiva mata de guineo la señora Méndez de González, cuenta que el hecho no le ha parecido raro, debido a que ha tenido otras que han parido dos y tres racimos.
“Aquí todo pare mucho, si son los perros paren mucho, otras matas de guineos han parido dos y tres racimos, eso no es raro, lo raro es que la mata que tiene seis racimos recibe menos atenciones que las otras, porque está en un lugar donde no puede ser abonada y el agua que recibe es muy poca” expresó.
Entre los curiosos que han visitado el patio de la casa de doña Isabel para ver la asombrosa mata figuran agrónomos, quienes también señalan que el caso no es raro.
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