Fuente/Eldia.com.do
Entrevistada por EL DÍA, la joven con solo 22 años de edad confiesa que al paso del tiempo muchas cosas se han acomodado en su vida, por lo que da un salto y grita: “Ya no canto malo, ya bailo, estoy feliz porque el tiempo se ha encargado de enseñarme muchas cosas que son las que ayudan a que tenga hoy un lugar en la música”.
Indica que entre los puntos que la hacen decir que va rumbo a la consolidación de su proyecto musical está: entrar a un estudio a grabar con Milly Quezada, haber sido invitada para estar en el disco de Pochy Familia, una nominación al premio Casandra, obtener de nuevo su visa americana y participar en la campaña contra el cáncer de “Caminantes por la vida”.
Juliana también resalta el hecho de ver las cosas buenas que como cantante le están pasando, lo que la hace pensar que su carrera no es pasajera.
“Mi carrera da pasos firmes, voy bien, me siento una mujer bendecida por Dios”
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