La fiesta que prometía mucho para el público y para Santos, quien en 2010 se lanzará como solista, se complicó cuando los organizadores excedieron la cantidad de personas permitidas adentro del establecimiento, aún antes de que el bachatero llegara con sus amigos y familiares.
Por si fuera poco, los que conservaban la ilusión de entrar a la fiesta, que requería invitación y la donación de un juguete para niños abusados, se marcharon cabizbajos y sorprendidos por la mala organización del evento.
Santos, quien no sabía lo que pasaba, llegó muy sonriente a la alfombra roja para hablar con los diferentes medios de comunicación mientras sus amigos y familiares lo esperaban a un lado, pero tremenda sorpresa se llevaron cuando Henry entró a la fiesta y el equipo de seguridad les negó su entrada.
Disgustados e incrédulos, los allegados al dominicano le pidieron al cantante interceder por ellos, pero ni eso fue suficiente para convencer a los guardias de seguridad del lugar.