Hoy hicieron su arribo simbólico al MGM Grand Arena, Miguel Cotto y Manny Pacquiao, y, como era de esperarse, fue el filipino el más respaldado por el público.“¡Manny, Manny, Manny!”, corearon los cientos de filipinos que recibieron a su ídolo al llegar al vestíbulo de éste lujoso hotel.
Pacquiao, no paraba de sonreír y de saludar al público que lo vitoreaba. El púgil, quien se hospeda en el contiguo hotel Mandalay Bay, subió al cuadrilátero que está ubicado en el vestíbulo y siguió saludando y posando. Luego, atendió a los medios de comunicación.
“Es asombroso y me siento muy bien, como en mi casa. El apoyo del público es fantástico”, dijo Pacquiao, quien luego se movió hasta el ring donde será el combate y allí dio unos pasitos, antes de ofrecer otra rueda de prensa.
Luego le tocó el turno al boricua, quien, al igual que Pacquiao, llegó en una guagua especialmente diseñada con imágenes de los peleadores.
Cuando Cotto entró, ya buena parte del público filipino se había ido, pero aún quedaban algunos fanáticos y, por supuesto, algunos boricuas que entonces se las pusieron gritando "¡Cotto, Cotto, Cotto!"