A lo largo de esta semana se han externado varios puntos de vista con relación a esta iniciativa que motiva la presidenta de Acroarte, Marivell Contreras, y que tiene que ver con la entrega de dos premios El Soberano, el máximo galardón que tiene el Casandra. Uno sería para el artista de más impacto en el año y el otro para reconocer exclusivamente la trayectoria.
Cada año se desarrolla un debate sobre a quién otorgarle el Soberano, si a un artista de trayectoria, aunque no haya impactado en el año, o a uno que sí haya tenido un triunfo artístico incuestionable en el períodico que se evalúa.
Contreras advierte que quizás “hemos sido culpables los comunicadores, los editores de espectáculos y los miembros de nuestra institución que sabemos la importancia de estas estatuillas y sin embargo no la hemos convertido en el objeto del deseo que deben ser los grandes premios para quienes lo reciben”.
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