En una entrevista para una cadena hispana en Estados Unidos, la experta dijo que, durante sus años de internado en una escuela de monjas, las religiosas le hicieron “mucho daño”.
Álvarez declaró que “las monjitas me hicieron mucho daño, pero gracias a ellas yo soy sexóloga hoy. Porque me decían que darse un beso era pecado, y que si yo bailaba apretada con un hombre iba a salir embarazada”.
La presentadora indicó que, debido a los intercambios indebidos, las monjas comenzaron a separar a alumnas grandes de las más pequeñas.
“En los internados, las grandes nos abusaban sexualmente. Las grandes nos ponían a que les tocáramos los senos, ellas nos tocaban a nosotros, y cuando se dieron cuenta de esa situación, ¿qué pasó?, las mismas monjas entonces empezaron a separar a las grandes de las pequeñas”, detalló.
Añadió que llegó un punto en que, ni siquiera podía haber contacto entre las internas, cuando alguna estaba enferma.
“Cuando yo me enfermaba, que me enfermaba mucho, ellas no podían subir a verme, ellas no podían ni siquiera ir a darme una medicina”, finalizó.
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