27 de agosto de 2017

Narcos, políticos y hasta la realeza compran propiedades con dinero sucio en Miami

Hay que abrir los ojos y olfatear dónde está el dinero sucio.

Este es el mensaje que los reguladores federales le enviaron a la industria de bienes raíces in Miami y en otros exclusivos mercados inmobiliarios del país.

El martes, el Departamento del Tesoro anunció que extendería y ampliaría una iniciativa temporal cuyo objetivo es detectar delincuentes que lavan dinero a través de bienes raíces. 

El decreto tiene como blanco secretas companías fraudulentas –corporaciones que no tienen que revelar quiénes son los verdaderos dueños– que compran casas lujosas. Los federales ya han renovado dos veces las reglas desde que las emitieron por primera vez en marzo de 2016.
En esta ocasión, sin embargo, hay una gran diferencia, y el cada vez más en problemas mercado inmobiliario de Miami es observado con mayor escrutinio.

Las reglas, que con anterioridad tenían un alcance tan limitado que solo abarcaban unos pocos cientos de transacciones, ahora comprenderán cada transacción de importancia en efectivo que haga cualquier compañía sospechosa en siete importantes mercados. 

Estos mercados se encuentran en los condados Miami-Dade, Broward y Palm Beach; los cinco distritos de Nueva York; San Antonio, Texas; Honolulu (incluido por primera vez); y áreas metropolitanas alrededor de San Francisco, Los Angeles y San Diego.

“Con esta medida se podrá recopilar mucha más información”, dijo Andrew Ittleman, abogado del sur de la Florida que se especializa en leyes en contra del lavado de dinero.

Ha habido gran especulación sobre si el gobierno del presidente Donald Trump, ex magnate de bienes raíces, eliminaría una iniciativa que se puso en marcha durante el gobierno de Obama. Sin embargo, las nuevas reglas indican que los funcionarios de Trump en el Tesoro quieren hurgar aun más profundo en el pantanoso mundo de los bienes raíces de lujo.

A la larga, le costará más trabajo a todo el mundo –desde narcotraficantes hasta la realeza extranjera y políticos latinamericanos– ocultar de las autoridades sus compras de condominios y mansiones en Estados Unidos.

El decreto federal tiene lugar en un mal momento para la industria miamense de bienes raíces. El exceso de contrucciones y un número menor de acaudalados compradores extranjeros han dañado las ventas. 

El promedio de venta para condominios lujosos en Miami Beach cayó un 21 por ciento año tras año en el segundo trimestre del 2017, según un reporte de la firma de bienes raíces Douglas Elliman. Dos terceras partes de dichas compras se realizaron con dinero en efectivo.

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