22 de noviembre de 2016

Dominicana demanda financiera en Nueva York por ambiente laboral entre acoso sexual y cocaína

NUEVA YORK,- Suleika Castellanos (Suny), una dominicana de 27 años de edad, demandó en la Corte Federal del Distrito Sur en Manhattan a la firma Berkman Financial, denunciando que parte de sus ejecutivos, la mantuvieron en un ambiente laboral, “entre el acoso sexual” y presiones para que comprara cocaína, porque su padre es dominicano y ella debía tener una buena conexión con narcotraficantes.

Ella alega en la demanda, que las miradas sobre su trasero no cesaban en la oficina, en el momento en que se desempeñaba como directora de un departamento en la empresa.

Dice que algunos de sus jefes hasta llegaron a agarrarle las nalgas y clavaban sus ojos en los senos, mientras otros “olían cocaína” en sus escritorios.



Castellanos, comenzó a ser acosada por sus jefes, luego de ser reconocida como una empleada estrella e incluso, recibió bonos de manos de los ejecutivos Geoffrey y Michael Byruch Vulcano.

Después, argumenta la reclamación, vinieron los acosos sexuales y el maltrato en el empleo, al punto de que estando embarazada, la cancelaron y la sustituyeron por otra mujer más joven y atractiva.

“Sus tetas, son la mejor inversión que hemos hecho”, comentaban los ejecutivos, alega la demanda en referencia a los sugerentes pechos de Castellanos.

Ella admite que se hizo una cirugía o implantes en los senos para hacerlos más grandes y atractivos.

Ambos ejecutivos son casados.

Byruch tiene 31 años y Vulcano 51. El primero le dijo a la dominicana en una ocasión que “tus tetas se ven bien en esa blusa apretada” y el segundo la piropeó diciéndole que “te tocaría siempre”.

Byruch también le pidió que se sentara sobre sus piernas.

“Vulcano manoseó mi espalda y luego bajo sus manos a mi parte inferior”, aseguró Castellanos en una entrevista con el NY Post mientras estaba en la oficina de su abogado, anunciando la demanda.

Le pidió que no volviera a tocarla, pero Vulcano insistió varias veces en manosearla.

“Incluso después de ese reproche, continuó tratando de acariciar a la señora Castellanos, tocándole la parte baja de la espalda y poniendo sus brazos alrededor de ella”, dice la reclamación.

El consumo de drogas también estaba muy extendido en la oficina, de acuerdo con la demanda.

“Algunas veces a la semana e incluso diariamente, la señora Castellanos veía a algunos empleados aspirando líneas de cocaína en un escritorio”, dice la demanda.

“Mientras que la señora Castellanos no participaba en el consumo de drogas, Byruch le preguntó si podía ayudarle a comprar cocaína, porque ella tenía que tener una conexión debido a que su padre es dominicano”, expone la denuncia en la corte.

Castellanos, comenzó a trabajar en la firma en 2014, fue cancelada en septiembre cuando ella pidió una prórroga de una semana de descanso por su embarazo.

Castellanos fue vista como una empleada indeseable cuando quedó embarazada y fue sustituida por una mujer más joven, atractiva y sin hijos”, refiere la demanda.

“Con este caso, tenemos la intención de enviar un mensaje de que esta conducta es inaceptable”, dijo el abogado de Castellanos, David Gottlieb del bufete Wigdor LLP en Manhattan.

“Ninguna mujer debería tener que ir a trabajar y ser tratada como un mero objeto sexual para la satisfacción personal de un superior”, dijo Gottlieb.

Castellanos, quien vive en el suburbio Tuckahoe en el condado Westchester, está demandando por daños no especificados.


Nota de Miguel Cruz Tejada

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