4 de octubre de 2015

Torrenciales lluvias causan inundaciones en el sureste de EE.UU.

La cadena CNN informó que una persona murió por la caída de un árbol en Carolina del Norte. Y allí, los habitantes que residen al borde del mar fueron evacuados hacia zonas más elevadas, informaron los servicios de urgencia de este estado. 

Las incesantes lluvias en el sureste de Estados Unidos dejaron numerosas zonas bajo el agua este fin de semana y los meteorólogos alertan de que nuevos aguaceros podrían desencadenar inundaciones sin precedentes. 


Los estados de Carolina del Norte y del Sur se han llevado la peor parte, aunque casi todos los estados de la Costa este han sido afectados, y las previsiones alertan de que lo peor todavía no ha llegado. 

Se trata de un sistema meteorológico separado del huracán Joaquín, una poderosa tormenta que azotó las Bahamas, destruyendo numerosas casas, y que este domingo (4 de octubre) se debilitó en su camino hacia Bermudas. Según los medios, los vientos e inundaciones han causado cuatro muertes desde el jueves pasado en Estados Unidos. 



Otras tres murieron en accidentes vinculados con las inundaciones en Carolina del Sur, uno de los estados más afectados y donde el presidente Barack Obama declaró el estado de emergencia para desbloquear la ayuda federal. Llaman a mantenerse en sus sitios “Quédense donde estén. 

Las condiciones sigue siendo peligrosas en todo el estado durante la mayor parte del día debido a las inundaciones”, aconsejaron los servicios de urgencia de Carolina del Sur este domingo en Twitter. 

El departamento de Transporte del estado pidió a través de las redes sociales a los “automovilistas evitar circular porque al menos 211 rutas y 43 puntos están cerrados a causa de las históricas inundaciones”. 

La Cruz Roja operaba en 11 refugios en Carolina del sur a comienzos de la tarde de este domingo. Las lluvias fueron provocadas por una masa de aire tropical cargada de humedad. 

La estación meteorológicas del aeropuerto de Charleston registró el domingo por la mañana más de 40 cm. de agua desde el 1 de octubre, un récord según el Servicio Meteorológico Nacional estadounidense (NWS). 

“Estamos acostumbrados a las inundaciones, pero esto es extraordinario”, explicó Edwin Graceley, sargento de la policía en esta turística ciudad costera del sureste de Estados Unidos, con un centro histórico repleto de casas coloniales que data del siglo XVII. El centro histórico también registró niveles récord de precipitaciones con unos 35 centímetros de agua en tres días. 

El anterior récord fue de 31 centímetros en 1973.

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