25 de agosto de 2014

Ratón arma un juidero en el aeropuerto

Un roedor de gran tamaño, provoco un “corre corre” esta mañana en el área de salida de los pasajeros del primer nivel, hasta el extremo de romper una fila de personas en busca de depositar y sacar dinero de la sucursal del Banco de Reservas.

El ratón, que todo el mundo que todo el mundo se preguntaba de donde salió, puso en apuro a empleados de la Compañía de Limpieza y Mantenimiento Janser, que con escobas y palos, pudieron, luego de mucho brinco, eliminarlo y sacarlo de la zona en un zafacón.

Un miembro del Cuerpo Especializado de Seguridad Turística (CESTUR) que esta de servicio en el primer nivel del aeropuerto, fue el primero que dio la voz de alarma de la presencia del roedor, provocando el corre, corre, no solo de empleados, sino también de muchas personas que esperaban a familiares y amigos.

La rata una vez logro llegar hasta el área de espera de los pasajeros, comenzó a dar brinco en el lugar y en esa misma forma, lo hacían personas que esperaban parientes y amigos, algunas sentadas en bancos y otras agarradas de las barandillas que allí existen.

Pero también el roedor, logro romper una fila de personas que esperaban que la sucursal del Banco de Reservas abriera, en su mayoría empleados de instituciones públicas y militares, que precederían al retiro de dinero y otros a realizar depósitos.

La aparición de la rata provoco cuestionamiento de muchas personas sobre el trabajo del Ministerio de Salud Publica en el lugar, así como de la Compañía de Mantenimiento Janser, que tiene a su cargo el mantenimiento de las instalaciones de la terminal aeroportuaria y sus dependencias.

El cuestionamiento es mayor, sobre todo porque precisamente en el primer nivel del aeropuerto operan varias cafeterías venden diversos artículos comestibles y que se supone, deben ser supervisadas periódicamente por las autoridades de Salud Pública.

Después que el roedor fue sometido a la obediencia y eliminado, los empleados de limpieza de la Compañía Janser, procedieron a acordar con una cinta toda el área corrida por la rata, procediendo a descontaminarla con productos químicos y mantenimiento.

“Yo brinque como nunca lo había hecho en mida vida, porque la verdad es que era un ratón grande y que metía miedo”, expreso una inspectora de Migración, una de las primeras personas que llegaron a la sucursal de Banco de Reservas a retirar su pago y resolver sus compromisos.

Nota de Diogenes Tejeda

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