13 de octubre de 2010

Ex esposa de "El Kukito" Toño Rosario en cuidados intensivos

Las cirugías plásticas siempre han sido una obsesión para la modelo Ivette Cintrón. Sus frecuentes visitas al quirófano, con la intención de modelar su figura, datan desde principios de la década de los noventa y ahora una nueva abdominoplastia la mantiene hospitalizada tras habérsele complicado con una infección según confirmó anoche a Primera Hora una fuente en el hospital donde está recluida.


Tal y como en 1998, las libras demás, que se interponían con su deseo de llegar a convertirse en modelo de televisión y cantante, la motivaron a reducir su abdomen.

En aquel entonces, el Hospital San Pablo, de Bayamón, el doctor José Segarra le hizo las cirugías mayores que estilizaron su cintura con una abdominoplastia y una liposucción, muy de moda entonces entre las artistas de nuestra televisión, para afinar sus muslos.
Su embarazo de su unigénito Antonio, en el 1992, le había hecho ganar demasiado peso y tras el parto, se enfrentó a una titánica batalla para rebajar a base de dietas y ejercicios que no dieron los resultados esperados.
Pero lo peor para Cintrón llegó en el 2000. Enfrentó entonces una profunda crisis de salud debido a complicaciones en una liposucción que le practicaron en República Dominicana. A eso se sumó lo peor: bregar con el impacto que esa emergencia tuvo en su hijo Antonio, quien para entonces tenía apenas siete años, y temía que su mamá se muriera.
Superado lo peor, Ivette Cintrón hizo un relato de los hechos que provocaron su ingreso al Hospital Pavía de Hato Rey para tratarse de una aguda infección en las nalgas a raíz de la liposucción que le había hecho en Santo Domingo el controvertible doctor Edgard Contreras en su Clínica de Bellas Artes. Para ese tiempo, a éste y a su hermano Juan, se le atribuyeron varias muertes de mujeres, entre éstas la puertorriqueña Dhelmalyz Rivera Ríos y la periodista dominicana radicada en la Isla, Isabel Vargas.

Tras recuperarse milagrosamente de aquella experiencia, en la que se vio a punto de perder una pierna, Ivette Cintrón aseguró en varias entrevistas que volvería a hacerse cuantas cirugías plásticas fueran necesarias, como si se tratara de una adicción, motivada por su obsesión con la esbeltez.

Ni siquiera le importó tener que pagar una cuenta de gastos de hospital de 35 mil dólares porque no contaba con un seguro médico. Superado el susto de haberse visto al borde de la muerte, la modelo se mudó a Miami, donde comenzó a visitar la iglesia que pastoreaba Bobby Cruz, buscando salir de la depresión en la que se sumió tras tan amargas experiencias.

Pero al cabo de unos meses, regresó a Puerto Rico para seguir adelante con sus famosos calendarios en los que resaltaba su sensualidad.

Tras contraer nupcias nuevamente, Ivette Cintrón se había mantenido apartada del ojo público hasta que en estos días salió a relucir que estaba internada en la Unidad de Intensivo del Hospital Ashford Presbyterian por complicaciones tras someterse a una cirugía que se complicó con una condición pulmonar.
La modelo se encuentra todavía hospitalizada y no será hasta hoy que la familia autorice la divulgación de su estado de salud.

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